domingo, 29 de abril de 2012

Día 18 – Ciudad de Singapur


El cambio de Bali a Singapur fue sumamente notorio. Otra vez volvimos a estar en un país ordenado, prolijo y que da gusto. El aeropuerto es muy bonito, enorme y la gente habla inglés correctamente. ¡Aleluya! En Bali se manejan con un inglés bastante rústico que digamos y muchas veces terminábamos ayudándonos con señas.

Nos alojamos en el “footprints hostel” en un barrio llamado Little india, donde ya teníamos reservada una habitación privada para seis. El lugar está muy bueno, muy bien equipado. De todos modos sólo pasamos una noche ahí y lo usaríamos únicamente para bañarnos y dormir.

El clima sigue siendo el mismo: un calor abrumador, acompañado con una humedad insoportable. De todas maneras eso no nos detuvo para recorrer tanto como pudimos en ese primer día en la ciudad.

Dado que no podíamos hacer el check-in hasta las 2 pm y llegamos bastante más temprano que eso, salimos a recorrer para hacer tiempo. Dado que era imposible estar afuera por el calor, entramos en un shopping llamado Sim Lim Square. Este lugar es el paraíso para los amantes de la tecnología. Desde computación hasta telefonía celular, pasando por todos los accesorios imaginables, repuestos, aparatos para audio, cables para todo tipo de conexión necesaria y mucho más. No me pareció muy barato de acuerdo a lo que estuve averiguando así que sigo sin Iphone  o Ipad o alguna novedad de ese tipo, pero hay que reconocer que la oferta es impresionante distribuida en dos edificios de varios pisos.

Una vez hecho el check-in, partimos rumbo al sur de la isla para ver la bahía y sacarnos una foto con el símbolo del país, que es un animal con cabeza de león y cuerpo de pez llamado Merlion. La verdad, quedamos todos impresionados con este país. Con altos rascacielos, arquitectura moderna y tecnología de vanguardia, tiene escenarios hermosos que vale la pena conocer.



Nos fascinó la bahía en donde se encuentra el centro de la ciudad y los edificios más altos. Conocimos al famoso Merlion y visitamos uno de los tantos shoppings en busca de aire acondicionado. Había una exposición sobre el titanic en el museo de ciencia a la que no entramos porque implicaba una espera de dos horas haciendo cola. Además hay un complejo de tres edificios muy famosos por tener una construcción sobre ellos que simula un barco al que se puede subir obteniendo una hermosa vista panorámica.



Nos enteramos que todos los días en la bahía se hace un show de luces y rayos laser con esos tres edificios y el museo de ciencias y dado que la idea parecía muy atractiva, hicimos tiempo hasta las 8 pm apreciando la hermosa vista que ofrece este lugar para verlo.

Volvimos caminando al hostel, con lo que creo que ya hemos alcanzado una cifra cercana a los 1000 kms a pié, je, y probablemente también un cifra alta es la que llevamos en consumo de líquidos por es insoportable el calor durante todo el día. Ahí directo a ducharnos, aprovechar las máquinas para lavar y secar ropa y descansar bastante ya que hasta llegar a El Nido en Filipinas, nunca dormiremos dos noches en el mismo lugar. 

sábado, 28 de abril de 2012

Destino 4: Singapur


La cuarta parada en este viaje, es Singapur. Pequeño territorio súper concentrado donde pasaremos solamente una noche, para luego seguir rumbo camino a la recta final de esta primera etapa.

No tenemos un itinerario armado para esta ciudad ya que el tiempo es escaso. Nos limitaremos a recorrer lo más significativo y tal vez, probar alguna comida típica, ya que no sabemos con lo que nos vamos a encontrar en materia culinaria.

Finalmente, desde aquí viajaremos a Malasia en un tren nocturno con camas, aprovechando la noche para hacer este viaje de seis horas.




Día 17 – Nusa Dua, Dream Lane y Padang Padang


Me desperté con una pequeña molestia estomacal que en casa solamente hubiera sido una más, pero acá uno ya se imagina que poco menos que se agarró algún bicho letal. Por suerte se me pasó en la mañana, pero no voy a negar que en mi mente tenía poco menos que la peste, je.

Por ser nuestro último día en Bali, decidimos contratar una camioneta que por 200.000 rupias (unos 20 dólares americanos) quedaría a nuestra disposición para pasearnos durante todo el día y llevarnos a ver tres playas que nos recomendaron. Ese costo era el de la camioneta ENTRE TODOS, y éramos siete porque se nos unió otra pareja del grupo de viaje.

Comenzamos por una playa llamada Nusa Dua, a la que habíamos ido el mismo día que hicimos snorkelling. Igualmente nos llevó a otro lugar, pero no estaba tan lindo. El agua era igualmente calentita y transparente. Casi nos anotamos con Ro para hacer algún deporte acuático de los ofrecidos como el Fly fish o jet ski, pero al final desistimos y nos ahorramos el dinero.

Paramos a almorzar en un Mcdonalds que encontramos en la ruta, donde comí un bollito de arroz para cuidarme y una hamburguesa solo con queso. Ro comió un combo Big Mac que le costó la módica suma de tres dólares aproximadamente, lo que se constituye en algo realmente MUY barato.

La siguiente playa estaba bastante alejada, así que gracias a Dios que la camioneta tenía aire acondicionado. Está ubicada debajo de un barranco  y es un gran punto para surfistas. El lugar en sí no estaba nada bueno; lleno de turistas gritando y sacándose fotos. El agua estaba divina nuevamente, esta vez con un color celeste que invitaba a tirarse, pero el tamaño de las olas lo impedía. Sin poder hacer más que mojarnos los pies donde rompe la ola, nos fuimos al poco rato en busca de algo mejor.

Después de una muy larga espera al sol porque no encontrábamos al chofer de la camioneta donde prácticamente nos derretimos, partimos al último destino del día. Así conocimos la playa Padang Padang, a la cual se accede bajando por una gruta que deriva en un lugar muy bonito donde también se juntan muchísimos surfers. Era como una bahía muy pintoresca, con las mismas cualidades en el agua que las anteriores, donde sí disfrutamos de un hermoso baño.

De vuelta en el hotel, tuvimos que arreglarnos para secar con el secador de pelo toda la ropa que teníamos colgando por ahí en la habitación, que no seca gracias a la hermosa humedad. Cada vez siendo menos exigentes con los resultados obtenidos, armamos la valija, cenamos algo y nos acostamos tan temprano como se pudo, sabiendo que tendríamos que madrugar una vez más para tomar el vuelo a nuestro siguiente destino, Singapur.

viernes, 27 de abril de 2012

Día 16 – Bali, Parque acuático Waterbom


Para seguir fieles a la tradición, arrancamos el día tempranito. Fuimos a disfrutar del tremendo desayuno continental ya incluido en la tarifa del hotel, que consiste en café y dos tostadas para mí y para Ro un jugo y tres frutas (una de las cuales no sabemos qué es) cortadas en un plato.

Acto siguiente, tuvimos la grata sorpresa de que nuestra habitación estaba alquilada para la próxima noche, pero conseguimos otra un poco más cara y evitamos tener que movernos del lugar. Nos dividimos nuevamente en dos grupos, ya que las chicas querían hacer un tour para visitar las canteras de arroz y el templo de monos. A nosotros no nos llamaba mucho la atención y decidimos irnos solos al parque de agua Waterbom.

Hicimos el traslado de habitación dentro del complejo, pagamos las dos noches que nos quedan en esta ciudad y partimos en taxi hacia el parque. Nos costó unos U$S 26 a cada uno, pero yo me encargué de descontar cada centavo de dólar de ese precio haciendo uso de todas las instalaciones disponibles, je.
El parque tiene una piscina general, el clásico río lento para echarse como un vago y flotar a la deriva (cosa que obviamente hicimos) y tres sectores con toboganes. Además, plaza de comidas, vestuarios y demás, que no son relevantes.

Los toboganes estaban SUPER DEMAS. Arrancamos por uno medio suavetón en el que nos podíamos tirar juntos como para romper el hielo. De ahí en más, fue una y otra vez, cambiando las posibilidades. Al principio con Ro y después solo, ya que algunos no le parecían del todo atractivos. En particular hay tres que me FASCINARON. Almorzamos chiken teryaki a falta de mejores opciones, que era como una hamburguesa de pollo en un pan enorme. Para acompañar, nuevamente decidí jugármela con la bebida y pedí “Fanta fruitpunch”, que es un sabor tutti fruti o algo así. Era rica, pero no mejor que la schweppes de frambuesa que tomé en Nueva Zelanda. Ro mucho más conservadora, prefirió un jugo multifrutal.

A continuación dormimos una hermosa siesta en un par de reposeras frente a una piscina y después yo culminé la ronda por los toboganes que tenía en la lista de pendientes. El parque estuvo genial, muy divertido y recomendable.

Al salir de ahí hicimos un poco más de caminata con la intención de seguir conociendo. Encontramos el shopping, que es un apelmazamiento de tiendas aunque bastante más organizado que lo que habíamos visto hasta entonces. Seguimos sin encontrar cosas baratas y buenas. Casi de casualidad, derivamos en una playa que habíamos visto el día anterior desde el taxi, para comprobar que no todas las playas de Bali están buenas; esta en particular era bastante poco atractiva.

Terminamos en un centro con muchísimas tiendas de marcas reconocidas mundialmente donde también chusmeamos un poco hasta ceder ante el cansancio y volver hasta el hotel en taxi, peleando el precio con el conductor.

Como si no hubiéramos pasado por suficiente agua el día de hoy, nos reencontramos con las chicas e intercambiamos anécdotas del día en la piscina del hotel que era una placer.

jueves, 26 de abril de 2012

Día 14 y 15 – Llegada a Bali y Snorkeling


Nuestro tercer día en Sydney fue casi totalmente un desperdicio. Tras hacer el check out en el hostal a las 10 am, fuimos directo al aeropuerto donde esperaríamos nuestro vuelo rumbo a Indonesia a las 17:20. Recorrimos tiendas, usamos el internet gratis, almorzamos un rico plato de pasta como para despedirnos de la buena comida y ahora si pasar a la fritura absoluta.

Para nuestra grata sorpresa, el vuelo se retrasó DOS veces; terminamos saliendo a las 19:30, y como eran seis horas de vuelo, descontando la diferencia horaria, llegamos a Bali a las 23:30. Un verdadero día de aeropuerto.

En cuanto a Bali, ¿qué no decirles? El primer impacto fue al bajar del avión, cuando nos abrazó una ola de vapor y calor. La cantidad de gente es abrumadora. Tras hacer el ingreso en migraciones, nos encontramos con un pasillo de casas de cambio, llamándonos para que nos acercáramos. Al cruzar la puerta de salida, montones de taxistas se nos vinieron arriba ofreciendo sus servicios para llevarnos. Ahí pusimos a prueba nuestros primeros intentos de regateo, sin éxito. Nos alojamos en el Sayang Maha Mertha Hotel, que está bastante lindo. Acá somos cerca de veinte compañeros del grupo, cosa que nos gustó bastante.

La ciudad en sí, es como el Chuy pero unas diez veces más grande. Al caminar por la calle, los “taksis” te tocan bocina para llevarte. Hay miles de comercios uno junto al otro vendiendo la misma ropa y nada tiene precio; depende de las habilidades del comprador en cuánto se podrá adquirir cada cosa. Marcela logró comprar dos kimonos al precio que originalmente le querían vender cada uno. Una genia! Otra particularidad es que al caminar por las veredas, si te detenes frente a un comercio, si miras o siquiera señalas alguno de los productos que venden, te caen arriba como buitres. Incluso ayer en frente al hotel nos ofrecieron marihuana.

La desorganización es total. El transito un verdadero caos. En modo de analogía, imaginen una manada de elefantes caminando hacia adelante y montones de perros estuvieran avanzando en la misma dirección, corriendo entre sus piernas. Acá si bien hay una idea general aceptada de circular por la izquierda, no es muy respetada que digamos. Es un milagro que no haya accidentes. No hay semáforos, los autos se tiran de todos lados, las motos se atraviesan y en medio de todo eso, circulan los peatones.

De todos modos, nuestra actitud es la misma de siempre: sacarle el jugo a estos pocos días en la ciudad de Bali. Por esto, comenzamos nuestro primer día con un tour a una playa increíble donde hicimos snorkeling y luego visitamos la isla de tortugas. Nos llevaron en una lancha bastante adentro hasta un lugar lleno de peces donde nadábamos con ellos a nuestro alrededor. El agua estaba calentita, verde y cristalina aunque muy salada. Igualmente era UN PLACER.



En la isla de tortugas pudimos ver varias especies de animales, tal como pueden ver en las fotos. Tortugas enormes, una suerte de tucán, una serpiente enorme y asquerosa y un murciélago (a la luz del sol y soportando los treinta y pico grados de calor que hacía como todo un macho). Más tarde visitamos una de las playas más pintorescas de la ciudad, la Nusa Dua Beach, donde nadamos en agua realmente celeste. No estaba tan cristalina, pero igualmente era paradisíaca.



Por la tarde/noche disfrutamos de la piscina del hotel como para redondear un día pasados por agua, y salimos a recorrer las calles de Bali. Terminamos comiendo una rica pizza en un restaurant muy agradable a razón de unos 3 dólares cada uno.

Con las pocas energías que nos dejó un día como este, escribimos estas líneas para mantener el blog tan actualizado como sea posible, subimos las fotos y dimos por concluida la jornada.

martes, 24 de abril de 2012

Destino 3: Indonesia

A un día de cumplir las dos semanas de viaje, partimos rumbo a nuestro tercer destino: Indonesia, primer país de Asia. Ahora sí esperamos sentir el impacto del cambio. En las culturas, en la gente, en la comida, en la sociedad. También esperamos sentir el impacto en el clima, ya que en teoría deberíamos tener calor y playas.



En un total de cuatro días en la ciudad de Kuta, isla de Bali, intentaremos como siempre recorrer y conocer el lugar,visitar el parque acuático Waterbom y algunas de las playas.

Como siempre les estaremos reportando nuestro día a día, experiencias y fotos destacadas para que desde su casa o donde estén, nos acompañen en este hermoso viajecito. Cheers! (como dicen acá en Australia)


Día 13 – Segundo día en Sydney

Después de casi 10 horas de sueño continuo por primera vez en mucho tiempo, ya que ayer estábamos liquidados y nos acostamos muy temprano, amanecimos con mucha energía para aprovechar el segundo y último día en la hermosa ciudad de Sydney. Caminamos una vez más hasta el “circular quay” que es el puerto de la ciudad desde donde parten los ferrys a diversos lugares y compramos nuestra entrada al Toronga Zoo del que tanta expectativa tenía.

El lugar es espectacular. Simplemente debo decir que eso sí es un zoológico, y no los que he visitado en contadas ocasiones en Uruguay que dan lástima por las condiciones en que tienen a los animales. Acá son REYES, viven en espacios amplios, limpios y están siempre acompañados.

Había muchísimos animales para ver, pero nuestro principal objetivo eran los Koalas y el Kanguro, ya que sólo los podríamos ver en este país y muy probablemente sólo en este momento, por ende era hoy o nunca.
El día nos dio una manito, porque fue espectacular, a pesar de que hubo un chaparrón importante al mediodía. Luego de ver a los adorables Koalas que la verdad dan ganas de abrazarlos de lo tiernos que son, hicimos un recorrido donde vimos reptiles, víboras, aves, jirafas y tigres hasta llegar a un pequeño escenario al aire libre donde hacían un show de aves que estuvo muy bueno. Increíble lo que logran con el adiestramiento.

Luego de ahí seguimos nuestro recorrido y nos detuvimos sólo en un segundo show, esta vez con focas, antes de ir a ver a los igualmente adorables y abrazables Canguros. Incluso nos mezclamos con gente de un tour privado y llegamos a tocar un Wallabee! Es como un kanguro pero más chico de tamaño. Era divino!
Después de horas de caminata por el parque, volvimos nuevamente en ferry a la ciudad y aprovechamos lo que nos quedaba del día para recorrer tanto como fuera posible. Estuvimos junto a uno de los pilares del famoso puente de Sydney y vimos el Opera House iluminado. Me encantó este lugar, con tantos lugares donde comer cosas ricas, tantas cafeterías y tiendas.

Me llamó la atención que al mejor estilo británico, acá también la gente se junta en los bares cuando salen del trabajo a tomar uno (o más) vasos de cerveza. Estaba LLENO de dicha gente, desparramados por toda la ciudad.

Volvimos al hostal para poder coordinar con la camioneta que nos pasaría a buscar al día siguiente para ir al aeropuerto, bañarnos y luego salir a comer nuevamente a Mcdonalds, donde la comida siempre tiene un sabor rico y los precios son razonables. Les dejo como dato interesante y curioso, si bien acá no se puede comer NADA por menos de 6 dólares, los conitos helados de Mcdonalds salen $6 pesos uruguayos. Eso significa que cualquier cosa es excusa cuando pasamos por uno de los tantos locales para comprarnos uno (o en el caso de Ro, 2).

Dejamos todo pronto para un nuevo vuelo, un nuevo destino y a la espera del calor y las playas de Indonesia.

Día 12 – Primer día en Sydney

Como todo vuelo internacional exige, tres horas antes ya estábamos prontos en el aeropuerto para hacer el check in de nuestro vuelo rumbo a Australia. Nuestro vuelo partía a las 6:15 am y duraba unas tres horas, pero recuperábamos dos de ellas por la diferencia horaria. Tras tres horas de vuelo entonces, llegamos a las 7:15 am, je.

Nos encontramos con un día de lluvia bastante asqueroso que perjudicaba notoriamente nuestros planes vespertinos. Nuevamente contratamos una camioneta que nos llevó hasta el hostal que teníamos reservado, el Maze Backpackers. Por suerte nos dejaron hacer el check in temprano, ya que en realidad debía ser a las 14:00 hrs, por lo que guardamos las valijas y salimos a recorrer esta nueva ciudad.

Si bien nos dijeron en la recepción que hay un bus gratuito que da vueltas por el centro de Sydney que nos podría haber servido, preferimos caminar bajo la molesta aunque leve lluvia para conocer con más detalle el lugar.

A primera vista, Sydney tiene una estructura similar a la de Auckland, sólo que mucho más movida. Tal vez sea porque era día de semana, pero vimos muchísima gente circulando por las calles, ejecutivos de traje y turistas asiáticos para variar (que ya creemos que están invadiendo el mundo).

Hay mucha variedad alimenticia, pero abunda la fritura y la comida rápida. Como me gustaría poder comer un rico pollo a la parrilla o un asado de carne tierna; acá el pollo es frito y la carne de cordero, pero no la hemos probado como para emitir opinión. TODO se acompaña con papas fritas y en general la comida es muy cara comparada con Uruguay.

Siguiendo nuestro itinerario, caminamos hasta el Acuario del cual tenía altas expectativas. Debo decir que las cumplió, porque lo disfrutamos mucho. Una vez más usamos el carnet de estudiantes y obtuvimos un descuento generoso. Nos aventuramos por los pasillos del lugar donde se puede ver distintas variedades de peces que habitan en esta región. Algunos llaman mucho la atención por lo extraños que son dado que su supervivencia depende de poder camuflarse con el fondo del océano o mar donde viven. Otros son muy coloridos y atractivos, y van desde los muy pequeños hasta peces realmente ENORMES. Incluso encontramos a Nemo, con quien estuvimos sacándonos algunas fotitos. También vimos cangrejos gigantes que eran repugnantes, así como las anguilas y un par de serpientes. Otros eran tiernos, como los pingüinos, pero el plato fuerte del lugar son las piscinas con tiburones.

En un sector en particular, crean unos pasillos de techo redondeado donde uno camina y tiene el océano nadando por encima. Ahí se puede ver a varias especies de tiburones y pequeños peces que sólo puedo asumir que son su comida…pobres.

Ver los tiburones pasarnos por encima de nuestras cabezas, a pocos centímetros de nuestras manos dando la sensación de estar casi tocándolos fue algo INCREÍBLE. Realmente recomendable.

Al salir del acuario buscamos algo que no fuera fritura (en lo posible) como para darle un descanso al estómago y luego seguimos rumbo al puerto para ver al famoso Opera House. Sacámos cerca de cien millones de fotos de dicho edificio y del puente de Sydney. Nos hacía sentir raro el ver que estábamos tocando un edificio del que hablamos muchísimas veces, buscamos fotos y espiamos con google earth, viviendo este viaje que planeamos por tanto tiempo y hoy día a día se va concretando.

Para finalizar un día AGOTADOR porque arrancó muy temprano, volvimos caminando hasta el hostel recorriendo diferentes caminos y edificios de la ciudad como la biblioteca, el hospital y el parlamento. Vimos hermosas plazas, siempre con mucha gente por doquier, fuera saliendo de sus oficinas, paseando o simplemente haciendo ejercicio.

Por la noche la ciudad está muy iluminada por lo que a nuestro criterio es mucho más linda que durante el día. Hay lugares muy agradables para sentarse a comer algo y pasar un buen rato, pero nuestro cuerpos necesitaban reposo y descanso URGENTE, así que se los dimos. Debíamos descansar para poder aprovechar al máximo nuestro segundo día, en el Taronga zoo.

Destino 2: Sydney, Australia


El segundo destino comienza el lunes 23 es Sydney, Australia. Sólo tenemos 72 horas en el país, así evitamos pagar la visa de entrada.

Llegamos muy temprano a la ciudad, a eso de las 8 am, e intentaremos recorrer el centro, visitar el famoso Opera House y el acuario. En un segundo día, iremos en ferry hasta un enorme zoológico en busca de koalas y canguros, animales exclusivos del área.

Eso debería llevarnos todo el día y agotar nuestro tiempo en el país. Intentaremos descansar un poco antes de partir rumbo al tercer destino de este viaje y de la primera etapa: Indonesia.


Día 11 – Vuelta a Auckland


Para finalizar nuestro primer destino, preparamos la casa rodante y volvimos al local de Camper travel para devolverla. No tuvimos problemas ni sobrecargos. Nos informaron que en total recorrimos nada más y nada menos que 1816 kms, je. Nos llevaron desde ahí hasta el aeropuerto, ya que ellos proveen ese servicio, donde nos dividimos nuevamente en dos grupos. Ro, Cami y yo nos quedamos para almorzar algo y luego nosotros dos tomamos el vuelo más temprano rumbo a Auckland. Cami se quedó esperando a las otras tres compañeras, Laura, Matilde y Marcela que aprovecharon para tomar una excursión en un bus típico londinense, rojo y de dos pisos (double decker) que las paseaba por las principales zonas de Christchruch.

El vuelo estuvo bien y hasta se hizo corto. Desde ahí llamamos al pick up service del hotel (es el Auckland Airport Kiwi hotel por si quieren chusmearlo) que está muy bueno y cerca del aeropuerto. Contratamos dos habitaciones de tres camas cada una con una puerta que las une, por lo que es como si estuviéramos en un gran apartamento. Cada una tenía una cama doble y una simple, duchas muy cómodas, una gran mesa para trabajar con la compu, jarra eléctrica, té, café, leche, un plasma frente a la cama donde vi parte de toy story 3 y de unkonwn y aire acondicionado. Todo esto como para descargarnos de la incomodidad de la casa rodante. Ahí cargamos las pilas para un nuevo vuelo y unos días en los que debemos aprovechar al máximo en nuestro segundo destino, Sydney.

domingo, 22 de abril de 2012

Día 10 – Hanmen Springs y Christchurch


Aprovechando la hospitalidad de la muy agradable gente neozelandesa, obtuvimos la recomendación de nuestro vecino de camping de visitar la ciudad de Hanmer Spring e incluso visitar Akaroa antes de regresar a Christchurch. En la primera de ellas podríamos hacer algunas actividades extremas, hay un complejo termal y un parque acuático, y en la segunda se puede ver delfines y ballenas desde la costa.

Tras 3 horas de viaje, arribamos a lo que todos en el grupo consideramos una de las más lindas ciudades que hemos visto en Nueva Zelanda: Hanmer Springs. Con muchos turistas por las calles, sobre todo internos, paseamos en busca de un rico almuerzo y actividades diferentes para realizar.

Como les decía, la ciudad ofrece varias atracciones interesantes. Paseos a caballo por las montañas (para mí una de las más atractivas), alquiler de bicicletas, mini golf, paseos en cuatriciclo, rafting y muchos otros. Dado que Camila estaba con muchas ganas de hacer algo realmente extremos y aventurado, eligió el paseo en jet boat, que de paseo no tenía nada, sino que era adrenalina pura.

Sólo dos de nosotros lo hicieron, porque era un poco caro a nuestro criterio, pero parecía muy emocionante. Consiste en un paseo por río en una lancha que alcanza los 100 kms/hora en pocos segundos. La adrenalina es producto de que la lancha hace giros de 360 grados, va muy rápido y según nos contaron las chicas, pasa rozando las piedras dando la sensación de que te vas a escrachar en cualquier segundo. Se divirtieron muchísimo y lo recomiendan a todos los aventureros.

En cuanto al almuerzo en la ciudad, Ro comió un pan Hawaiano que básicamente era masa, queso, tomate y ananá más algo según ella muy picante. Obviamente lo terminó tirando y me robó parte de MI almuerzo, que por ser menos arriesgado terminé comprando una hamburguesa en una tienda, que también estaba fuerte y picante, pero se dejó comer bien.

Finalmente, dado que era muy tarde como para viajar hasta Akaroa y poder ver los delfines y las ballenas, partimos directamente hacia Christchurch de modo de poder preparar las valijas tranquilos y con tiempo, limpiar y ordenar el vehículo para luego devolverlo a Campertravel al día siguiente y partir por la tarde en un nuevo vuelo, ya más cerquita de Sydney.

sábado, 21 de abril de 2012

Día 9 – Hokitika y Westport.


Debido a que ya no estamos tan apretados de tiempo porque decidimos cambiar el itinerario y abandonar la intención de conocer Milford Sound, salimos del camping un poco más tarde y con intenciones de recorrer los pueblitos o caminos que surgen en el andar rumbo al destino final del día que era Westport.

La ciudad de Hokitika es bastante más grande de las que veníamos visitando hasta ahora. Incluso encontré una tienda donde vendían Crocs! No las compré porque salían NZD 100 cada par, más caro de lo que esperaba.

Recorrimos un poco el centro donde nos encontramos otra vez con compañeros del viaje. Intercambiamos itinerarios e incluso compartimos con ellos un tour guiado por un lugar llamado “jade factory” donde nos mostraron y explicaron por qué se obtiene piedra de jade en esta región y cómo la trabajan para lograr las joyas que luego venden a todas partes del mundo.

La piedra jade para quien no sabe, es una roca de color verde muy bonita que se transparenta si se ve con luz de fondo. El proceso de trabajo es muy meticuloso y fino, lo que hace que las joyas sean de alto valor.
El trabajo que hacen es realmente impresionante, me hizo acordar a cosas que he visto en la feria artesanal en Punta del Este con otros materiales pero igualmente admirable. Les dejamos algunas fotos para que vean algunas de esas cosas. Me llevo de recuerdo una pequeña piedra de Jade que según las creencias maorí, absorbe la energía que uno le trasmite y cuando se pasa a los descendientes, ya que ellos las heredaban de generación en generación, entrega con ella toda la energía que tenía la piedra, la cual se acumula y trasmite al próximo tenedor.



Para culminar la jornada pasamos por la ciudad de Greymouth donde se encuentran las famosas rocas panqueque que no pudimos ver porque ya estaba muy oscuro. Seguimos rumbo al norte hasta la ciudad de Westport, donde nos alojamos nuevamente en un camping de la cadena Top 10 por costo aproximado a NZD 20 cada uno.

De esta forma, redondeábamos prácticamente nuestra aventura en motorhome, sabiendo que nos quedab un último día de travesía para luego devolverla en Christchurch y tomar el próximo vuelo a Auckland.

Día 8 - Fox Glacier y Franz Josef


El octavo día de nuestro viaje, en el cual cumplimos nuestra primer semana si no contamos que perdimos toda una jornada por el vuelo a Auckland y el cambio de horario, arrancó con intenciones de ver a los tan famosos glaciares: Fox y Franz Josef.

Ante nuestra intención de hacer la excursión hasta las cuevas de hielo, nos comentaron en uno de los locales que Franz Josef está actualmente en peligro de derrumbe, por lo que sólo se puede visitar en los tours aéreos en helicóptero. Dado que son muy caros, nos conformamos con hacer la visita pública hasta la barrera. En cuanto a Fox, sí hay una excursión guiada ya que es muy peligroso, pero por mayoría se decidió también hacer el trekking gratuito.

Dado que estábamos en la ciudad de Fox, donde nos quedamos en un muy acogedor camping de la cadena Top 10, comenzamos por éste. La primera actividad fue entonces la visita al Fox glacier, que nos llevó aproximadamente una media hora y fue un poco decepcionante. Es muy linda la vista y todo, pero realmente estaba muy frio y no es la gran cosa si no se va realmente hasta la cima del glaciar mismo. De todos modos obtuvimos buenas fotografías gracias a los hermosos paisajes una vez más. Después hicimos un segundo paseo en un ascenso a una colina hasta un nuevo “viewpoint” como los llaman aquí con una vista panorámica del glaciar.



Para la tarde decidimos explorar la ciudad de Franz Josef y seguir con las excursiones programadas. La ciudad en sí es bastante más linda y grande que la de Fox. El paseo hasta el glaciar fue muy similar al otro, sólo que no lo pudimos apreciar mucho porque ya era tarde y estaba bastante nublado; una lástima.
Si bien no fue tan impactante como esperábamos, es realmente un paisaje hermoso y es lo más cerca que hemos estado de la nieve…hasta ahora.

Recorrimos la ciudad, que según nos dijeron tiene algo así como 350 personas viviendo permanente, y exploramos algunas de las propuestas para los turistas, como por ejemplo unas piscinas termales y un paseo para ver a los kiwis más extraños. Con respecto a esto último, creo que no mencioné antes que acá todo es Kiwi, tal como los pequeños pueblos del Uruguay. Tren kiwi, paseos kiwi, fotos de kiwi, llaveros de kiwi, peluches de kiwi, etc. Retomando, no hicimos ninguna de esas actividades porque eran caras y por falta de tiempo respectivamente.

Para rematar el día, quisimos darnos un gustito e hicimos unas pizzas caseras en la cocina del camping.  Eso se sintió un poquito más cerca de casa y estuvo bueno.

jueves, 19 de abril de 2012

Día 7 - Wanaka y camino a los glaciares


El camping fue nuevamente una grata experiencia. Ofrecen grandes comodidades por lo que es conveniente quedarse en ellos. Comenzamos la jornada tempranito, desayunando en la cocina del lugar. Ahí conversamos un poco con un Señor muy simpático Neozelandés que nos preguntó (al igual que tanta gente hasta ahora) de dónde somos y por qué estamos todos vestidos iguales. El uniforme ha despertado esa duda en la gente e incluso una vez me preguntaron si éramos de un equipo de beisbol o algo. Aunque no nos dijo su nombre, nos enseñó que Ki Ora es el término mahorí para buen día. La gente de aquí es muy simpática por lo que me encanta hablar con ellos. Siempre muy amables y serviciales.

Camino al norte decidimos desviarnos un poco para conocer la ciudad de Wanaka. Es un hermoso pueblito con una vista envidiable a un gran lago y las montañas de fondo. Paseamos por ahí un rato, pero la anécdota a contarles es que fuimos multados… ¡CHAN! Nada grave, sino que el antipático inspector de tránsito no estuvo de acuerdo en que estacionáramos ocupando el espacio de tres autos. Esta situación nos dolió unos NZD 60 (dólares neozelandeses)  pero ta, cumplimos con la ley. Igualmente el lugar es divino y lo recomiendo a los futuros viajeros que anden por la zona.

Siguiendo rumbo al norte recorrimos una carretera totalmente diferente a lo que había hecho hasta ahora en mi vida. El camino es muchas curvas, pendientes y bajadas, transitando todo el tiempo por los lados de las montañas. Los paisajes fueron una vez más soñados y altamente disfrutables. Incluso encontramos una cascada cuyo nombre no recuerdo pero que era en un lugar extraordinario.

Para finalizar el día, hicimos el trecho restante de ruta, pasando por la ciudad de Haast hasta Fox Glacier. Aquí tuvimos una pequeña decepción ya que esperábamos encontrar una ciudad o al menos algo más que una calle principal de dos cuadras de extensión y tres comercios que cierran a las 7. NO HAYA NADA!
Haast resultó ser parte de una zona de cordilleras, donde no encontramos más que una estación de servicio y un centro de información turística cerrado. Desde ahí en adelante la ruta se hace más rectilínea y sencilla, hasta Fox Glacier donde no pudimos cumplir con nuestras expectativas de cenar una rica pizza en el centro de la ciudad, ya que tal cosa no existe.

Nos explicó una amable chica costarricense que ahora vive por estos lares del mundo que la isla sur de nueva Zelanda sólo tiene 1 millón de habitantes, por lo que no hay grandes ciudades ni actividades nocturnas. Aquí la gente es muy tranquila y vive básicamente del turismo y el campo. Relacionado a esta segunda actividad, el nuevo amigo neozelandés que hicimos en la mañana nos recomendó los vinos locales a los cuales calificó de excelentes.

Por lo tanto, una vez más fuimos hasta un nuevo camping, donde pasamos cómodamente una de nuestras últimas noches con la casa rodante y quedamos a la espera de un nuevo día donde recorreremos los glaciares de Fox y Fraz Josef. 

martes, 17 de abril de 2012

Día 6 - Queenstown


Otro día con una hermosa vista al amanecer. Es realmente muy desestresante desayunar en un gran parque con vista a las montañas y un gran lago. Es muy extraño ver como la gente acá tiene una moral tan correcta, de primer mundo. No me quejo, todo lo contrario, pero me hace pensar en lo lejos que estamos de algo así. 

Digo esto porque la entrada al camping y la salida son libres, por lo que uno podría entrar y quedarse sin pagar nada; nunca se darían cuenta. En los supermercados hay cajas sin cajeros, donde uno pasa por el escáner los productos que compra y luego pasa la tarjeta por la ranura obteniendo así la factura. 

Obviamente que a nadie se le pasa por la cabeza declarar sólo algunos de los productos. Del mismo modo, en las estaciones de servicio cada uno es su propio pistero. Llegas, elegís el combustible que quieras, cargas lo que precises y luego vas hasta el minimercado y decís en la caja que vas a pagar lo que pusiste de combustible. Todo esto lamentablemente es inaplicable en nuestro querido paisito.

Nuestro itinerario marcaba que hoy debíamos llegar a Queenstown, y a Queenstown llegamos. El camino hasta dicha ciudad era realmente hermoso. Capaz que cansa que viva diciendo eso, pero realmente que lo es. Los paisajes son de postal, con sus montañas, sus lagos y sus árboles de hojas amarillas por el otoño. Recorrimos la ruta que circula por entre las montañas a pura curva, pero llegamos enteritos.



Pasamos por varios pueblos muy pintorescos a los que no entramos, hasta que finalmente desembocamos en las apretadas y congestionadas calles de Queenstown. Realmente HORRIBLE y ESTRESANTE manejar con la motorhome por ahí. Además, la ciudad está ubicada en la ladera una montaña, por lo que las calles tienen subidas impresionantes donde en varias ocasiones pensé que la casa rodante se iba a quedar e íbamos a tener serios problemas; por suerte no pasó nada.

Después de varias vueltas conseguimos un parking donde dejar el vehículo (ya que no lo podemos estacionar en cualquier lado) y fuimos caminando hasta el centro buscando un lugar para comer algo no muy raro, no muy caro y tal vez con internet. En otras palabras, un Mcdonalds.  

Encontramos uno en un pequeño centro comercial y nos devoramos con Ro unas ricas Big Mac y logramos subir algunas fotos al blog. Repusimos algunas cosas que nos faltaban en un pequeño mercado y volvimos a buscar la motorhome porque teníamos una hora específica para retirarla. Eso significó que no pudimos recorrer más la ciudad de la que al final vimos muy poquito, pero teníamos que seguir camino  si queríamos cumplir con el itinerario.

Se hizo de noche y según pudimos averiguar, todavía nos quedaban 170 kilómetros hasta el siguiente camping. Si bien comenzamos el camino, tras un largo intercambio de opiniones, por mayoría decidimos cambiar los planes porque a mi criterio seguir iba a implicar andar corriendo el resto de los días para llegar a tiempo a devolver la motorhome y tomar el vuelo de vuelta rumbo a Christchurch.

De este modo, volvimos rumbo al norte y terminamos en un nuevo camping muy acogedor en la ciudad de Cromwell, para partir luego sí hasta Franz Josef a 400 kilómetros de distancia.

lunes, 16 de abril de 2012

Día 5 - Mount Cook


Arrancamos el día con la idea de visitar el famoso Mount Cook. Éste es el pico más alto del país, y se visualiza como un pico nevado realmente espectacular. Ya desde la partida de Christchurch hacia el sur el día anterior, veníamos apreciando los hermosos paisajes que caracterizan a Nueva Zelanda. Son realmente de película. Valles, campos con montañas, lagos, animales y la combinación de todos estos elementos hace que cuando pensas que no vas a ver un escenario mejor, zas! Aparece un lugar incluso más hermoso que el anterior. Ya van a verlo en las fotos.



Primero pasamos por la ciudad de Twizel a cargar combustible, donde nos encontramos con varios compañeros del grupo. Ellos nos llevan unos días de ventaja, pero fue lindo ver otros uruguayos entre tantos extranjeros. Luego me enteré que fue en la ciudad de Twizel donde Aragorn, Legolas, Frodo, Ganfald y otros personajes de El Señor de los Anillos filmaron varias partes de la película. No vimos exactamente el sitio, pero fue igualmente agradable saberlo.

Una vez que llegamos al centro de información turística en el parque del Mount Cook, encontramos un tour de 3 horas ida y vuelta, caminando hasta el lago Hooker. No puedo explicar lo INCREÍBLES que eran los paisajes, entre picos nevados y cascadas…espero que las fotos ilustren mis palabras.



En ese centro turístico de gente muy simpática aprendí que el logo típico del país, que es una hoja sobre el nombre Nueva Zelanda es una hoja de “fern” o helecho, que era el arbusto que los nativos originarios de esta zona, los mahorí tomaban como símbolo de buena vida y felicidad.

Finalmente, terminamos el día en un camping, el primero de esta etapa. Era muy necesario, ya que tenemos que recargar la batería de la motorhome y el tanque de agua. Además, así podríamos cargar la batería de todas las cosas tecnológicas que nos acompañan y usar el wifi, que aunque es caro, es necesario.

El camping estaba genial. Nos quedamos junto a unos árboles donde conectamos la motorhome, y utilizamos las duchas. Se sintió muy reconfortante poder darse un ducha caliente, cómodos, sin pensar en que se acaba el agua o se gasta la energía. Además tiene cocina, sala de estar y lavadero, por lo que aprovechamos para utilizar todas las comodidades ofrecidas y sacarle realmente todo el jugo a los NZD 19 que nos costó a cada uno. En caso de que a alguien le interese es el Glentanner Park. Es altamente recomendable.

Ahí pasamos la noche, recargamos las pilas ya que todos los días aquí se viven intensamente, para partir luego en un nuevo día rumbo a la ciudad de Queenstown.

Día 4 - Christchurch - Motorhome


Llegamos tempranito a Christchurch, ya que el vuelo partía a las 6:10 am. Nos levantamos a eso de las 2:00 am, aprontamos todo, hicimos el check out y la camioneta estaba esperándonos abajo para llevarnos al aeropuerto. Es un gran servicio, son muy amables y eficientes. Así partimos de Auckland.

Una vez en Christchurch tuve que llamar a la empresa de la casa rodante, quienes nos fueron a buscar y nos entregaron el vehículo. Es bastante grande, tiene 7.7 mts de largo y 3.3 mts de alto. De todos modos es muy fácil de manejar y cómoda.

No quisimos perder mucho tiempo en esta ciudad, así que fuimos a un supermercado ENORME que nos recomendaron en donde hicimos un surtido para unos cuantos días. A resaltar la gran variedad de productos. La mayoría de los productos eran similares pero marcas totalmente desconocidas, pero había algunas cositas nuevas, como por ejemplo la fanta de ananá que todavía no he probado pero es cuestión de tiempo.

De acuerdo a nuestro itinerario, el primer punto de llegada era Mount Cook. No pudimos llegar hasta ahí porque salimos tarde del súper y eran muchos kilómetros. De todos modos recortamos bastante distancia. Terminamos durmiendo junto al lago Pukaki donde amanecimos con una hermosa vista y desayunamos con una vista inimaginable. El lugar contaba con baños que estaban buenos.

Una particularidad de Nueva Zelanda, es que se ve movimiento muy temprano, como si el día comenzara a esos de las 5:00 am. Así mismo, ya a las 6:30 o 7:00 está casi totalmente oscuro y el frío es considerable. Hasta ahora no hemos teniendo días de calor, sólo algunos momentos cuando estamos al sol.

Día 3 - Auckland


Con todas las pilas en este primer día de exploración en Auckland, arrancamos muy tempranito, a eso de las 9:00. Vale destacar que no dormimos, ya que llegamos al hostel cerca de las 06:00 am, hicimos el check in que demoró MUCHO porque como ya comentamos antes, el recepcionista es un paloma total, nos bañamos, dejamos las cosas y partimos.

En busca de internet gratis, fuimos a un McDonald´s. Nosotros no pudimos, pero es una opción muy buena para conseguir internet por estos lares. Igualmente, hay ciber café o varios comercios con wi-fi si comes algo ahí. TODO acá en Nueva Zelanda es caro. O al menos comparado con Uruguay.

La ciudad de Auckland es muy bonita, muy muy limpia, ya que hay una gran responsabilidad ambiental o al menos se intenta. Abundan los parques, los árboles, las flores y las plazas. Visitamos el jardín de invierno, el Auckland Domain que es un parque gigante, el museo de Auckland y algunos jardines.

Está o parece al menos muy organizada. Es fácil moverse por aquí sin perderse. Las calles están REPLETAS de comercios, gran variedad de restaurantes, para todos los gustos. Desde los típicos locales de comida rápida hasta algunos de comida típica italiana, china o incluso árabe. Ya nos cercioramos que las hamburguesas de Mcdonald´s son iguales, sólo que acá se puede hacer re-fill de la bebida tantas veces como uno quiera. Probé los panqueques con Sirup y los sándwiches de subway los cuales están muuuy buenos; para que se hagan una idea, era como comer albóndigas con cheddar y mayonesa en un pedazo de pan flauta. RICASO!

Finalmente, para rematar un día muy rendidor, visitamos la famosa Sky Tower, una de las principales atracciones de la ciudad. Es un mirador que tiene 220 mts de altura desde donde se puede apreciar toda la ciudad en una gran vista panorámica de 360 grados. Está bueno, es recomendable, y lo mejor es que gracias al carnet de estudiante nos costó 10 dólares menos a cada uno, je.

Para destacar de esta ciudad, porque nos llamó mucho la atención, hay tres cosas. La primera, que más que en Nueva Zelanda, parece que estuviéramos en China o Korea, porque hay MUCHISIMAS personas asiáticas. Realmente muchísimas. Segundo, el tránsito, ya que al igual que en Inglaterra, se maneja por la izquierda y el auto tiene el volante a la derecha. Espero que esto no nos complique mucho la existencia mañana cuando levantemos la casa rodante. Tercero, que para cruzar caminando en las esquinas, hay columnas con un botón que se debe apretar, el cual comienza a hacer un sonido intermitente que da toda la sensación que una bomba esta por explotar; igualmente está muy bueno el sistema y es muy práctico.

Como conclusiones finales de esta ciudad, podríamos destacar la limpieza en las calles, los parques y la naturaleza en general que la hacen muy atractiva. El hostal terminó siendo bastante recomendable, ya que la limpieza es buena, la infraestructura es muy satisfactoria y el personal (salvo por el hombre paloma antes mencionado) se portó muy bien siempre que tuvimos alguna consulta y/o problema.  
Próximo destino…Christchurch.

sábado, 14 de abril de 2012

Días 1 y 2 - Partida de Montevideo y llegada a Auckland


Bueno, primer día del viaje. Si bien no hace ni 24 horas que partimos de Montevideo (eso fue el día 12 de abril a las 18:50 por un problema técnico en la torre de control de Bs As), llevamos de viaje bastante más, ya que perdimos todo el viernes con la diferencia horaria. En este momento que son las 16:44 hrs allá en casita, son las 07:45 am de Auckland.

Lo primero a contar es nuestras primeras experiencias de vuelo. Los mayores temores de quienes debutan en esta área suelen ser el despegue y el aterrizaje. Nosotros no tuvimos problemas mayores por suerte. A mí en particular me mató las dos veces cuando el avión comenzaba a descender; la presión en los oídos es grande y muy molesta. Hasta ahora todavía tengo tapado el oído izquierdo, je.

La escala en Santiago fue sencilla y sin problemas. Incluso hicimos uso de la sala VIP a la que tenemos derecho por ser miembros de DINERS con la tarjeta del Citi Club. Es una sala mediana con mesas, tele, computadoras y dos pequeñas cocinas equipadas con comida básica y muchas bebidas (alcohólicas y analcohólicas) para tomar a gusto. No nos matamos como me imagino que estarán pensando. Tomamos un par de bebidas porque teníamos mucha sed.

El aeropuerto de Santiago es un corredor muuuuy largo con las diferentes puertas para embarcar y entre medio salas para sentarse y puestos de comida y ropa. En una de esas tiendas me di el gustito de probar las famosas Dunkin Donuts que por cierto son muy ricas.

El primer avión que tomamos era chico y bastante básico. En las pantallas pasaron un documental sobre represas (no hace falta especificar o resaltar lo divertido que era) y nos dieron un pequeño snack como para hacer piso en el estómago.

El segundo vuelo era un “señor” avión, con pantalla touch en cada asiento, películas, series de televisión, jueguitos y música a discreción. Además nos dieron cena y desayuno, frazada (que se vino para el hostel conmigo porque se encariñó, no es que me la robé) y almohada. La frazada tomó un papel preponderante porque durante la noche, según indicaba la pantalla del avión, afuera en la mitad del océano pacífico había nada más y nada menos que 74 grados BAJO CERO! Lo pude comprobar porque tenía hielo en la ventana del avión. Igualmente no se asusten, adentro estaba lindo.

El control en Auckland no fue tanto como esperábamos. No muy diferente al de los otros aeropuertos. Para llegar al hostel donde nos alojamos, que es el Base Auckland, tomamos una camioneta que nos dejó en la puerta. El chofer fue muy simpático y nos costó NZD 73 (eso son dólares neo zelandeses), que dividido entre los 6 que somos, es menos que el costo del bus. Muy recomendables las camionetas, que por cierto, se toman en la puerta de salida del aeropuerto, así como esperan los taxis y remises en Montevideo.

El hostal por ahora no va haciendo muchos puntos. Nosotros que reservamos una habitación para 4 terminamos en una privada para 2, y las chicas que tenían una para ellas 4, terminaron en una de 8 con otras 4 chicas, aunque se supone que las van a cambiar en la tarde. El tipo de la recepción es un total palomón.
En la siguiente les contamos como es la ciudad de Auckland, que por ahora pinta bien. Saludos!

martes, 10 de abril de 2012

Destino 1: Nueva Zelanda


El jueves 12 a las 18:15 hrs comienza nuestro tan esperado viaje. Con escala es Santiago de Chile partimos rumbo a Nueva Zelanda, primer destino del viaje, donde estaremos unos 10 días en total. Un par de ellos en la denominada Isla Norte, donde se encuentra la capital del país (Auckland) y el único aeropuerto internacional al cual tenemos destino desde Uruguay; de lo contrario sería totalmente evitable. Los restantes días viajaremos por la isla Sur, la cual recorreremos en forma bastante amplia en motorhome.

Arribaremos en Auckland, a eso de las 4 am del sábado 14. Esto significa que vamos a perder un día entero entre el viaje y la diferencia horaria. Para quienes no saben, el vuelo de Montevideo a Santiago dura un poco más de dos horas y media. Ahí permaneceremos en “tránsito” durante un buen rato, hasta tomar el siguiente vuelo de las 22:50 que consiste en nada más y nada menos que en un viaje de 13 horitas por lo que me gusta llamar “la espalda del mundo” o “el lado de atrás”, ya que es la zona donde no hay más que océano, agua y más agua.

No fue hasta hace unos días que me percaté de que literalmente vamos a dar la vuelta al mundo, ya que estaremos siempre viajando hacia el oeste. De Montevideo a Oceanía, luego Asia, Europa y finalmente retornamos a América, hogar dulce hogar.

Retomando el itinerario, una vez que aterricemos en Auckland y vayamos directo al hostel a descansar en una cama (y no la incomodidad de la butaca del avión), recorreremos un poco esta ciudad que será nuestro primer destino del primer destino; eso la hace súper importante!

Al día siguiente, y luego de tomar oootro avión (sí, en todos estos meses tendremos un total de 32 vuelos), partiremos rumbo a la ciudad de Christchurch donde nos entregan la motorhome. De ahí en más, los destinos serán: Mount Cook, Queenstown, Milford Sound, Franz Josef, Greymouth y finalmente otra vez Christchurch. Desde aquí volaremos nuevamente hasta Auckland y desde ahí a nuestro segundo destino, Sydney, Australia.



Esta es la previa del primero de tantos países a conocer. Luego publicaremos más detalles de cada una de las ciudades involucradas en él, a medida que las vayamos recorriendo.