Bueno, primer día del viaje. Si bien no hace ni 24 horas que
partimos de Montevideo (eso fue el día 12 de abril a las 18:50 por un problema
técnico en la torre de control de Bs As), llevamos de viaje bastante más, ya
que perdimos todo el viernes con la diferencia horaria. En este momento que son
las 16:44 hrs allá en casita, son las 07:45 am de Auckland.
Lo primero a contar es nuestras primeras experiencias de
vuelo. Los mayores temores de quienes debutan en esta área suelen ser el
despegue y el aterrizaje. Nosotros no tuvimos problemas mayores por suerte. A
mí en particular me mató las dos veces cuando el avión comenzaba a descender;
la presión en los oídos es grande y muy molesta. Hasta ahora todavía tengo
tapado el oído izquierdo, je.
La escala en Santiago fue sencilla y sin problemas. Incluso
hicimos uso de la sala VIP a la que tenemos derecho por ser miembros de DINERS
con la tarjeta del Citi Club. Es una sala mediana con mesas, tele, computadoras
y dos pequeñas cocinas equipadas con comida básica y muchas bebidas
(alcohólicas y analcohólicas) para tomar a gusto. No nos matamos como me
imagino que estarán pensando. Tomamos un par de bebidas porque teníamos mucha
sed.
El aeropuerto de Santiago es un corredor muuuuy largo con
las diferentes puertas para embarcar y entre medio salas para sentarse y
puestos de comida y ropa. En una de esas tiendas me di el gustito de probar las
famosas Dunkin Donuts que por cierto son muy ricas.
El primer avión que tomamos era chico y bastante básico. En
las pantallas pasaron un documental sobre represas (no hace falta especificar o
resaltar lo divertido que era) y nos dieron un pequeño snack como para hacer
piso en el estómago.
El segundo vuelo era un “señor” avión, con pantalla touch en
cada asiento, películas, series de televisión, jueguitos y música a discreción.
Además nos dieron cena y desayuno, frazada (que se vino para el hostel conmigo
porque se encariñó, no es que me la robé) y almohada. La frazada tomó un papel
preponderante porque durante la noche, según indicaba la pantalla del avión,
afuera en la mitad del océano pacífico había nada más y nada menos que 74
grados BAJO CERO! Lo pude comprobar porque tenía hielo en la ventana del avión.
Igualmente no se asusten, adentro estaba lindo.
El control en Auckland no fue tanto como esperábamos. No muy
diferente al de los otros aeropuertos. Para llegar al hostel donde nos
alojamos, que es el Base Auckland, tomamos una camioneta que nos dejó en la
puerta. El chofer fue muy simpático y nos costó NZD 73 (eso son dólares neo zelandeses),
que dividido entre los 6 que somos, es menos que el costo del bus. Muy
recomendables las camionetas, que por cierto, se toman en la puerta de salida
del aeropuerto, así como esperan los taxis y remises en Montevideo.
El hostal por ahora no va haciendo muchos puntos. Nosotros
que reservamos una habitación para 4 terminamos en una privada para 2, y las
chicas que tenían una para ellas 4, terminaron en una de 8 con otras 4 chicas,
aunque se supone que las van a cambiar en la tarde. El tipo de la recepción es
un total palomón.
En la siguiente les contamos como es la ciudad de Auckland,
que por ahora pinta bien. Saludos!
Me alegro que hayan llegado bien. La presión en los oídos seguramente fue porque estabas resfriado, a mi me pasó lo mismo cuando fui a París. A la vuelta no tuve problema porque ya me había curado. Eso si, siempre conviene viajar con un paquete de Beldent en el bolsillo ;)
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