martes, 17 de abril de 2012

Día 6 - Queenstown


Otro día con una hermosa vista al amanecer. Es realmente muy desestresante desayunar en un gran parque con vista a las montañas y un gran lago. Es muy extraño ver como la gente acá tiene una moral tan correcta, de primer mundo. No me quejo, todo lo contrario, pero me hace pensar en lo lejos que estamos de algo así. 

Digo esto porque la entrada al camping y la salida son libres, por lo que uno podría entrar y quedarse sin pagar nada; nunca se darían cuenta. En los supermercados hay cajas sin cajeros, donde uno pasa por el escáner los productos que compra y luego pasa la tarjeta por la ranura obteniendo así la factura. 

Obviamente que a nadie se le pasa por la cabeza declarar sólo algunos de los productos. Del mismo modo, en las estaciones de servicio cada uno es su propio pistero. Llegas, elegís el combustible que quieras, cargas lo que precises y luego vas hasta el minimercado y decís en la caja que vas a pagar lo que pusiste de combustible. Todo esto lamentablemente es inaplicable en nuestro querido paisito.

Nuestro itinerario marcaba que hoy debíamos llegar a Queenstown, y a Queenstown llegamos. El camino hasta dicha ciudad era realmente hermoso. Capaz que cansa que viva diciendo eso, pero realmente que lo es. Los paisajes son de postal, con sus montañas, sus lagos y sus árboles de hojas amarillas por el otoño. Recorrimos la ruta que circula por entre las montañas a pura curva, pero llegamos enteritos.



Pasamos por varios pueblos muy pintorescos a los que no entramos, hasta que finalmente desembocamos en las apretadas y congestionadas calles de Queenstown. Realmente HORRIBLE y ESTRESANTE manejar con la motorhome por ahí. Además, la ciudad está ubicada en la ladera una montaña, por lo que las calles tienen subidas impresionantes donde en varias ocasiones pensé que la casa rodante se iba a quedar e íbamos a tener serios problemas; por suerte no pasó nada.

Después de varias vueltas conseguimos un parking donde dejar el vehículo (ya que no lo podemos estacionar en cualquier lado) y fuimos caminando hasta el centro buscando un lugar para comer algo no muy raro, no muy caro y tal vez con internet. En otras palabras, un Mcdonalds.  

Encontramos uno en un pequeño centro comercial y nos devoramos con Ro unas ricas Big Mac y logramos subir algunas fotos al blog. Repusimos algunas cosas que nos faltaban en un pequeño mercado y volvimos a buscar la motorhome porque teníamos una hora específica para retirarla. Eso significó que no pudimos recorrer más la ciudad de la que al final vimos muy poquito, pero teníamos que seguir camino  si queríamos cumplir con el itinerario.

Se hizo de noche y según pudimos averiguar, todavía nos quedaban 170 kilómetros hasta el siguiente camping. Si bien comenzamos el camino, tras un largo intercambio de opiniones, por mayoría decidimos cambiar los planes porque a mi criterio seguir iba a implicar andar corriendo el resto de los días para llegar a tiempo a devolver la motorhome y tomar el vuelo de vuelta rumbo a Christchurch.

De este modo, volvimos rumbo al norte y terminamos en un nuevo camping muy acogedor en la ciudad de Cromwell, para partir luego sí hasta Franz Josef a 400 kilómetros de distancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario