El cambio de Bali a Singapur fue sumamente notorio. Otra vez
volvimos a estar en un país ordenado, prolijo y que da gusto. El aeropuerto es
muy bonito, enorme y la gente habla inglés correctamente. ¡Aleluya! En Bali se
manejan con un inglés bastante rústico que digamos y muchas veces terminábamos ayudándonos
con señas.
Nos alojamos en el “footprints hostel” en un barrio llamado Little
india, donde ya teníamos reservada una habitación privada para seis. El lugar
está muy bueno, muy bien equipado. De todos modos sólo pasamos una noche ahí y
lo usaríamos únicamente para bañarnos y dormir.
El clima sigue siendo el mismo: un calor abrumador,
acompañado con una humedad insoportable. De todas maneras eso no nos detuvo
para recorrer tanto como pudimos en ese primer día en la ciudad.
Dado que no podíamos hacer el check-in hasta las 2 pm y
llegamos bastante más temprano que eso, salimos a recorrer para hacer tiempo.
Dado que era imposible estar afuera por el calor, entramos en un shopping
llamado Sim Lim Square. Este lugar es el paraíso para los amantes de la
tecnología. Desde computación hasta telefonía celular, pasando por todos los
accesorios imaginables, repuestos, aparatos para audio, cables para todo tipo
de conexión necesaria y mucho más. No me pareció muy barato de acuerdo a lo que
estuve averiguando así que sigo sin Iphone
o Ipad o alguna novedad de ese tipo, pero hay que reconocer que la
oferta es impresionante distribuida en dos edificios de varios pisos.
Una vez hecho el check-in, partimos rumbo al sur de la isla
para ver la bahía y sacarnos una foto con el símbolo del país, que es un animal
con cabeza de león y cuerpo de pez llamado Merlion. La verdad, quedamos todos
impresionados con este país. Con altos rascacielos, arquitectura moderna y
tecnología de vanguardia, tiene escenarios hermosos que vale la pena conocer.
Nos fascinó la bahía en donde se encuentra el centro de la
ciudad y los edificios más altos. Conocimos al famoso Merlion y visitamos uno
de los tantos shoppings en busca de aire acondicionado. Había una exposición
sobre el titanic en el museo de ciencia a la que no entramos porque implicaba
una espera de dos horas haciendo cola. Además hay un complejo de tres edificios
muy famosos por tener una construcción sobre ellos que simula un barco al que
se puede subir obteniendo una hermosa vista panorámica.
Nos enteramos que todos los días en la bahía se hace un show
de luces y rayos laser con esos tres edificios y el museo de ciencias y dado
que la idea parecía muy atractiva, hicimos tiempo hasta las 8 pm apreciando la
hermosa vista que ofrece este lugar para verlo.
Volvimos caminando al hostel, con lo que creo que ya hemos
alcanzado una cifra cercana a los 1000 kms a pié, je, y probablemente también
un cifra alta es la que llevamos en consumo de líquidos por es insoportable el
calor durante todo el día. Ahí directo a ducharnos, aprovechar las máquinas para
lavar y secar ropa y descansar bastante ya que hasta llegar a El Nido en
Filipinas, nunca dormiremos dos noches en el mismo lugar.
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