Ahora sí, ya era momento de intentar otro tour. Si bien
nuestra intención era hacer el tour B, había cuatro compañeros con ganas de
hacer el D y nos unimos a él. Hablé quien habíamos hecho el primer, que me ve
por la calle y me dice “Fernando” y me levanta el pulgar, quien nos ofreció un
buen precio. De todos modos, no pude encontrarlo la noche anterior para
confirmarle, por lo que tuvimos que acudir al plan de contingencia y usar otra agencia.
Siendo un total de 11 uruguayos, y tras pagar un dudoso “impuesto”
para embarcarse que nos cobró alguien en representación del Ministerio de
Turismo de la Isla de Palawan o algo así, partimos rumbo a la primera playa.
Este tour tiene una composición en mayor parte de playas que de lugares para
hacer snorkelling.
Primero fuimos a una “laguna” que no es tal, sino que más
bien es una bahía, pero respeto su nombre.
Estaba muy lindo para bañarse y el
paisaje era espectacular. Desde allí nos detuvimos en un camino escondido entre
las rocas que lleva por el agua hasta una cueva. El camino era un muy angosto y
un poco complicado. Ro por suerte se quedó en el bote y yo me corte la mano
derecha en dos lugares. Nada grave y por suerte el agua salada es cicatrizante,
pero ardía bastante y sangró todo lo que quiso.
Paramos para almorzar en una playa no muy atractiva y
aparecieron las primeras aguavivas, que son muy chiquitas y rojas, pero pican y
arde. El almuerzo fue nuevamente en base de pescado, pollo, cerdo y… ¿quién
adivina?...sí, ARROZ. De postre ananá y mango. Todo estaba muy rico y fresco,
excepto…el arroz.
Nos llevaron a la playa que nos generaba más expectativa por
su nombre: Paradise Beach (Playa Paraíso), que tal vez justo tuvo un mal día
como a cualquiera le puede pasar, porque de paraíso no tenía nada.
Algunos
igual aprovecharon para dormir una siesta y otros para bañarse esquivando
aguavivas. Ro y yo simplemente hicimos tiempo hasta irnos ya que no nos
podíamos tirar al sol porque estamos achicharrados.
Finalmente nos llevaron al lugar que salvó el tour, que
tenía un nombre rarísimo pero poco importa porque era un lugar EXCELENTE para
bucear y hacer snorkelling. Volvimos a ver corales, peces fluorescentes, peces
payaso y muchos otros. Hermoso lugar, hermosa vista submarina, increíble
experiencia.
De ahí al hotel, comer, pasear, bañarse y rendirse una vez
más ante el cansancio. Nos falta coordinar la vuelta ya que en pocos días
partimos rumbo a China para ver la gran muralla y los osos en blanco y negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario