miércoles, 16 de mayo de 2012

Día 35 – Bolsa de valores, puerto de Aberdeen, Bahía de Repulse y Mercado de Stanley


Aún teniendo la habitación más pequeña hasta ahora, el desayuno de este hotel fue el mejor de todos.  Ahora que somos gente de hoteles de alta gama, empezamos el día con café con leche, jugo de naranja, huevos revueltos, tostadas, medialunas, fruta y cereales. No comemos todo eso cada uno, sino que entre los dos. Igualmente hemos mejorado mucho y creo que el desayuno pasó a ser nuestra comida principal del día.

Con un día cargado de actividades, partimos hacia la Bolsa de Valores de Hong Kong. Ahí tuvimos una charla sobre cómo ha evolucionado desde su inicio hasta hoy en día convirtiéndose en una de las principales bolsas del mundo. Nos mostraron el lugar y algunas máquinas que utilizan para hacer seguimiento de los movimientos del mercado bursátil. Bastante interesante.

Volvimos al hotel para almorzar, y asqueados de hamburguesas buscamos una alternativa más saludable. Compramos unos sándwiches y refrescos en una tienda “7 eleven” de las que abunda por toda la zona asiática. Encontramos un lavadero frente al hotel donde dejamos un montón de libras de ropa y escaparnos al menos por esta vez del tedioso lavado a mano en la pileta del baño.

Comenzamos visitando un lugar llamado Pico de Victoria al cuál se accede en un teleférico MUY empinado, a unos 400 metros de altura por sobre el nivel del mar. E lugar tiene una vista ESPECTACULAR de la bahía que realmente nos encantó. Sirvió para confirmar lo mucho que nos gustó Hong Kong.

Continuamos la excursión de la tarde, por el puerto de Aberdeen. Es un lugar muy bonito y pintoresco donde viven muchísimos pescadores. Hacía unos cuantos años eran más de 7000 barcos los que se encontraban en la zona y de los cuales muchas familias dependían para vivir. Actualmente quedan aproximadamente 3000, ya que se fueron renovando las generaciones y las más actuales prefieren, sin mencionar que tienen más posibilidades, hacer  cualquier otra cosa para ganarse la vida.

Paseamos en unos barquitos llamados Sampan, símbolo del lugar. Incluso nos contó el guía que hay quienes dicen que una persona no puede decir que ha estado en Hong Kong si no anduvo en un Sampan. La conductora nos paseó entonces por entre los barcos/casas de montones de familias de pescadores. Muy lindo lugar.

Después de eso recorrimos la Bahía de Repulse donde hay una playa muy bonita de aguas tranquilas y terminamos en el mercado Stanley cuyo nombre no tiene nada que ver con los productos de marca con el mismo nombre. Acá otra vez más vimos tiendas estilo feria pero con precios más razonables y donde no se regatea.

Volvimos por la noche al hotel, otra vez fascinados con el aspecto que tiene la ciudad cuando se pone el sol. De ahí a buscar la ropa limpia al lavadero, comer lo mejor posible y tomar la segunda dosis de la pastilla para la malaria, intentando que pegue lo menos posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario