Exactamente a las 6:30 am salté en la cama cuando el
teléfono empezó a sonar. Era la recepción para despertarnos. Nos aprontamos y
bajamos a conocer qué sorpresas habría en el desayuno buffet que nos esperaba.
Era realmente un abanico MUY amplio de posibilidades. Desde el clásico café o
té, leche y tostadas a tallarines con soja, arroz y chorizo. Yo no me arriesgué
con cosas raras que podrían llegar a caerme mal, y Ro estaba mal del estómago
desde hacía una par de días, por lo que también fue cautelosa con la ingesta.
Finalmente y tras discutirlo bien, ella prefirió quedarse en
el hotel a descansar y recuperarse para no perderse la muralla china al día
siguiente. Yo me fui solito entonces, aunque acompañado de los ciento y algo de
uruguayos que están ahora con el grupo de viaje. Se sintió raro irme sin ella,
pero poco podría ayudarla si me quedaba y así al menos uno de los dos podría
hacer las actividades.
El grupo se dividió en tres, cada parte en un ómnibus con un
guía. Nosotros íbamos con una china llamada “Nieves”, o al menos esa es la
traducción de su nombre chino. Ella habla español y nos fue guiando a lo largo
de toda la jornada. Nos contaba la historia de cada lugar que visitamos, así como
anécdotas y datos muy interesantes sobre la realidad de este país. Todos
sabemos que China es una potencia mundial y que está en pleno crecimiento
demográfico. La población de Beijing ha aumentado exponencialmente en las
últimas décadas (más de 600.000 personas por año), lo que la ha obligado a
expandirse en lo que ellos llaman periféricos que rodean el centro mismo.
Actualmente tienen seis periféricos, por lo que en promedio, los chinos demoran
entre una y dos horas en llegar a trabajar por el tráfico.
Aprendimos que las cinco estrellas que componen la bandera,
una más grande y cuatro pequeñas, representan al gobierno y a las cuatro clases
sociales. Ellos son muy conscientes de su población y el impacto que podrían
tener en el mundo, por lo que se controlan en muchos aspectos. No pueden tener
más de un hijo por familia, a menos que paguen una multa muy costosa, así como
tampoco todos pueden tener auto. Para esto necesitan tener la libreta y el
permiso de matrícula, el cual se asigna por sorteo en forma mensual. El
gobierno de Beijing otorga unos 240.000 permisos al año. Por esto, el metro es
el medio de transporte más utilizado, que es muy económico, pero funciona en
forma muy congestionada…unas 9.000.000
de personas lo utilizan en forma diaria.
El país se abrió al mundo hace pocos años, permitiendo la
entrada de productos como la coca-cola que tardaron en apreciar y hoy en día es
un éxito. Es curioso que no se ven autos chinos circulando por las calles de
china; por lo general tienen autos caros y buenos. El idioma es casi imposible,
y ni hablar de leer o escribir. Su lenguaje se compone de unos 13.000 símbolos
y cada uno representa un concepto o palabra. La combinación es lo que forma las
frases y la forma en que quieren decirlo. La comida es un ESPANTO, aunque no
hemos visto lo peor, ya que supuestamente acá en el norte del país no comen
cosas “raras”. Difiero totalmente.
Uno de los platos típicos del sur del país, diferente a lo
que estamos acostumbrados que es la comida cantonesa, es el plato chi-chi-chi. Dicha
EXQUISITES es nada más y nada menos que ratoncitos bebes recién nacidos,
¡VIVOS!, pero bañados en salsa porque si no sería un asco. Su nombre, dicen,
proviene de que los ratoncitos emiten tres chi durante el proceso: uno al
ponerle la salsa caliente, otro al pincharlo con el tener y el mejor y último,
al morderlo. SIN PALABRAS.
En cuanto a nuestras actividades, visitamos primero la plaza
más grande del mundo, donde se encuentra el parlamento y el mausoleo de Mao,
padre y fundador de la China socialista en 1949. Es el héroe nacional, por lo
que cientos de chinos hacen colas interminables para ver su tumba y sacar
algunas fotos. A continuación visitamos la ciudad prohibida, cuyo nombre
proviene de la antigüedad cuando estaba reservada para los emperadores y la
gente en general no tenía el acceso permitido. Hoy en día ya no hay monarquía
en China, no hay emperadores, pero los edificios que pertenecían a la dinastía
de turno siguen en buenas condiciones y son muy visitados por los turistas.
Conocimos entonces la sala de reuniones del emperador, la casa donde se quedaba
y uno de los jardines donde a veces caminaban y se distendían.
Por la tarde y luego de un almuerzo a lo tenedor libre muy
rico, visitamos el templo del cielo. Aquí venían los emperadores a pedir por
buenas cosechas o algunas otras cuestiones a los dioses del cielo. Siempre fue
considerado muy importante y de gran poder. Actualmente es un centro turístico
y su patio es una gran sala de reunión para mucha gente, donde juegan a las
cartas y otros juegos de mesa, o simplemente conversan.
Después nos llevaron a una casa donde venden té chino, y nos
enseñaron el protocolo que tienen tanto para prepararlo como para luego
tomarlo. Probé diferentes especies de té muy populares en China y un par de
ellos muy sabrosos, como el té de genseng. Igualmente es CARISIMO como para
llevar una muestra a casa.
Finalmente nos llevaron a un espectáculo de acrobacia con
algunos de los mejores acróbatas chinos. Estuvo INCREÍBLE porque lo que hacían
era impensado. La agilidad, flexibilidad y habilidad en general que poseen es
muy destacable. En poco más de una hora, nos mostraron números al estilo del
“Circ du soleil” realmente asombrosos.
Llegamos trece horas después de partir del hotel en la
mañana, directo a cenar algo para comenzar a tomar la pastilla de la Malaria. A
posteriori un baño refrescante y a la cómoda cama para al día siguiente ser
despertados otra vez, del mismo modo y a la misma hora.
tuve que compartir el parrafo del plato chi-chi-chi con unos amigos en el trabajo porque era MUY fuerte :P
ResponderEliminarme preguntan cómo hacen con los huesos :P ... se los comen tambien asi como si nada? que ascoooooo
besote! ya veo que estan pasando di vi no!
Jaja, no sabes la repercusión que tuvo el chi-chi-chi! Todos quedaron escandalizados y hasta hay un par de interesados en probar la comida. No se bien, pero supongo que como tienen sólo tres días de nacidos, debe ser cartílago y no mucho hueso. Estos chinos locos se deben comer todo así como viene.
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