miércoles, 16 de mayo de 2012

Día 27 – Llegada a Beijing


La trabajosa llegada a tierras chinas fue resultado de un día que pareció interminable. Comenzó muy temprano, cuando partimos en una camioneta contratada desde El Nido hasta Puerto Princesa. El viaje fue un poco más tolerable que el de la ida, ya que el chofer conducía mejor y dado que era de madrugada, pudimos dormir parte del trayecto.

Llegamos demasiado temprano al aeropuerto de Puerto Princesa, donde tuvimos que hacer tiempo aproximadamente unas cinco o seis horas haciendo nada, ya que el lugar es muy chico y no tiene nada; es más, hasta que pudimos hacer el check-in, ni siquiera teníamos silla para todos. Ahí me dediqué a la lectura para aprovechar el tiempo muerto. Terminé el libro que tenía en todo ese rato, je. Me duró unos cinco o seis días.

El vuelo corto hasta Manila estuvo bien y sin problemas. Nuevamente tuvimos que hacer tiempo al llegar ahí, ya que eran las tres de la tarde y nuestro último vuelo del día partía a las 19:30. Almorzamos algo rápido, recorrimos el ya conocido aeropuerto, cambiamos moneda para tener algo de dinero al llegar y nuevamente a esperar.

Al llegar al aeropuerto de Beijing, el cual es ENORME, nos encontramos con la sorpresa de que la persona que supuestamente nos iba a mandar la empresa del viaje para recogernos y llevarnos hasta el hotel, no estaba. Sin saber qué hacer y con muy pocas opciones ya que solo algunos chinos hablan inglés y no entienden muy bien lo que se les pregunta, caminamos sin rumbo por la terminal 3 hasta que cuando estábamos casi por pagar una carísima camioneta que nos llevara, apareció una mujer a buscarnos.

Nos encontramos así con compañeros que venían en otros vuelos desde otros países y partimos todos juntos al hotel. Siendo ya cerca de las dos de la mañana, nos entregaron las llaves de nuestra habitación y nos fuimos a descansar porque sabíamos que nos esperaba un día muy movidito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario