Dejamos el hotel a eso de las siete de la mañana y
comenzamos un nuevo viaje por las tierras turcas. Esta vez iríamos hasta la
antigua ciudad de Efeso para un par de visitas muy interesantes y finalmente
llegaríamos hasta la ciudad de Kusadasi donde pasaríamos la noche.
Luego de tres horas más de viaje en ómnibus, lo que totaliza
cerca de mil millones de horas de viaje en ómnibus para esta semana, llegamos a
Efeso. Aquí y como para romper el hielo, visitamos la casa donde vivió la
Virgen María hasta el día de su muerte. Vale aclarar que no se puede probar
científicamente que esa fue su casa. Se cree que dicha hipótesis es correcta en
base a ciertas premisas. Entre ellas, que el evangelista San Juan huyó de
Jerusalén a causa de la persecución a los cristianos y se llevó con ella a la
Madre María. En esta misma ciudad se encuentra la tumba de San Juan en donde
hay escrituras del siglo uno en donde dice que ellos vivieron en Efeso.
La casa fue encontrada gracias a una visión que tuvo una
religiosa alemana llamada Catalina Emmerich en la cual vio a la Virgen María en
esta casa en el transcurso de sus últimos años de vida y la colina donde se
encontraba ubicada. Esto fue publicado en un libro y despertó la atención de
algunos científicos que lograron encontrar la colina y la casa tal como eran
descriptas por la visión. La religiosa alemana nunca había estado en el lugar
pero los detalles de su descripción eran impresionantes. Queda en cada uno
creer o no.
Actualmente es un templo en donde se hacen misas y mucha
gente va a rezar y pedir deseos. Incluso hay una pared de piedra en donde dejan
papeles atados con sus deseos. Había MUCHISIMOS. Además, es un punto de interés
turístico, tanto internacional como local, ya que si bien los turcos en su
mayoría son musulmanes, para estos María también existió y fue la madre de
Jesús. La diferencia que tienen con los cristianos es que ellos no creen en que
Jesús era el hijo de Dios, sino que era un profeta más, al igual que Mahoma, y
que María era su madre pero no era Virgen ya que estaba casada.
La casa está ubicada en la cima de una colina, muy cercana a
las ruinas de la antigua ciudad de Efeso. Esta fue la tercera construida por
los griegos que habitaron esta zona. La primera se desconoce dónde estaba
ubicada. La segunda estaba muy cercana a la tercera pero fue abandonada por sus
habitantes ya que había sido construida sobre el mar y tenía un importante
puerto y éste fue retrocediendo con el paso del tiempo. Así construyeron la
tercera ciudad de Efeso, nuevamente cerca del mar.
Se sabe que era una ciudad enorme y que los restos que hasta
hoy se han encontrado no representan más que el 20% de lo construido. La ciudad
estaba ubicada en un valle entre dos colinas; una de ellas es la misma en la
que se encontraba la casa de la Virgen María. Hicimos el recorrido desde lo
alto hasta la zona donde una vez estuvo ubicado el puerto.
La zona más alta era la dedicada a los asuntos políticos. Entre
otras edificaciones, ahí se encontraba el parlamento en donde se discutían
diferentes temas. Era algo parecido a un anfiteatro, con forma de semicírculo y
un escenario. Continuamos descendiendo por el camino y pasamos por la puerta de
Heracles, que era una puerta por donde solo pasaban los políticos y estaba
restringido al resto del pueblo. Vimos ahí también entre los restos una figura
de la Diosa griega Nike, de donde surge la hoy en día popular marca deportiva.
Una curiosidad del camino que lleva hasta la puerta de Heracles es que el mismo
estaba adornado con estatuas del emperador. Cuando se cambiaba de autoridad
suprema, éstos querían sacar esas estatuas y poner nuevas de ellos, pero como
eran muy pesadas y difíciles de mover porque eran de mármol, les cortaban la
cabeza y dejaban la estatua del cuerpo.
Desembocamos por ese camino en la gran biblioteca de la
ciudad, una de las imágenes características de Efeso. Es conocida por su enorme
y espectacular fachada con altos pilares. Finalmente entramos en la zona del
teatro e ingresamos al mismo por la entrada que usaban los actores, directo al
escenario. También caminamos por las grades del enorme y majestuoso lugar,
imaginando como sería hace miles de años en su época de mayor esplendor.
Al terminar el recorrido de casi dos horas, ya era pasado el
mediodía y el calor era AGOBIANTE. Incluso vimos un par de turistas asiáticos
que se desmayaron y debieron ser atendidos por una ambulancia. Volvimos al
autobús y nos llevaron hasta el
restaurante donde tendríamos el último almuerzo con el grupo.
Por la tarde
visitamos la basílica de San Juan, o mejor dicho, lo que queda de ella. Está
ubicada en un lugar muy alto con una gran vista y dentro está la tumba donde
yacen los restos del famoso evangelista católico.
Con eso terminamos las visitas del grupo. Volvimos al bus y
en él fuimos hasta el hotel en Kusadasi. En esa ciudad terminamos esta segunda
etapa del viaje con el grupo. Al día siguiente tomaríamos el ferry hacia la
isla de Samos en Grecia para comenzar así la tercer y última parte de este
viaje, solos Ro y yo por Europa.
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