sábado, 7 de julio de 2012

Día 80 – Raj Ghat, museo de Ghandi, Fuerte Rojo y Chandai Chowk


Nos levantamos e hicimos culto a nuestro religioso desayuno amado con mucha comida deliciosa (harinas en un 95% obviamente) para luego comenzar las actividades de un día que iba a estar marcado por el EXTREMO calor ABRUMADOR.

Comenzamos nuestras visitas por el Raj Ghat , también conocido como el lugar de la cremación del padre de la patria Mahatma Ghandi. En su tiempo era un terreno vacío en el que se congregó muchísima gente para despedirse del héroe nacional que fue asesinado con tres balazos en el pecho a la edad de 78 años. Quien ayudara a los Indios a conseguir la independencia de los británicos utilizando solamente métodos de protesta pacífica está hoy simbólicamente enterrado en ese lugar en el que se construyó un altar de granito en el que también arde una llama eterna y se hizo un parque a su alrededor.

A continuación hicimos una rápida recorrida por el museo dedicado a Ghandi, donde se exhiben algunos de los libros que él utilizó en sus estudios para luego convertirse en abogado, las túnicas que utilizaba, bastones y lentes originales; incluso la toga que tenía puesta el mismísimo día en que le dispararon en donde se pueden ver claramente las manchas de sangre.

Tras todo esto ya el calor seguía incrementándose mientras nos acercábamos al mediodía. Nos trasladaron hasta el fuerte rojo, segundo en el país junto con el que ya habíamos visitado anteriormente pero menos bonito. La estructura en sí era muy similar, una sala de reuniones pública, una privada, la habitación del monarca, otra para sus muchas esposas, salas de estar, restaurantes y hasta piscinas. Cada sala se hacía en un edificio independiente de pequeño tamaño pero con mucho detalle arquitectónico. Recorrimos todo el predio que era bastante grande al rayo del sol y muy ansiosos por conseguir una bebida fría que nunca aparecía.

Al terminar el paseo ya era cerca de la una de la tarde y nos faltaba el recorrido por Chandai Chowk que es una calle muy popular, llena de gente en donde hay tiendas para comprar ropa, telas, saris y especias entre otras muchas cosas. Nuestra intención era dar una vuelta como para conocer pero rápidamente buscar refugio del sol en algún lugar con aire acondicionado y conseguir bebidas frías. Para variar, terminamos en un McDonald´s, otra vez más, en donde logramos recuperarnos e hicimos tiempo hasta que el ómnibus volviera al hotel.

McDonald´s en India no es muy reconfortante. Obviamente todas las hamburguesas que se componen de carne de vaca no existen, por lo que las opciones se limitan a la McChicken, las McNuggets, algunas que otra cosa picante y las hamburguesas vegetales. Igual poco importaba porque vendían bebidas frías que siempre era la prioridad. Pasamos el resto del día en las más que cómodas instalaciones del hotel, descansando y disfrutando de la piscina. De todas maneras puedo contar algunas cositas más de la peculiar cultura hindú.

El 75% de los indios son hinduistas, pero al parecer no hay grises en esta materia, o creen del todo o no creen; los Dioses son sagrados y todos los días les rezan aunque sea cinco minutos al comenzar la jornada. Nada que pueda ser insultante o agresivo para un Dios se lleva a cabo. A modo de ejemplo, uno de los guías nos contaba que una casa ubicada en la carretera que tenía un muro en el frente era siempre un punto elegido por los indios para orinar. El dueño de la casa estaba cansado e intentaron varias maneras de detenerlo, fuera con carteles de prohibido o incluso la policía. Al final, pusieron imágenes de los Dioses a lo largo del muro y con eso problema solucionado; nadie iba a orinar encima de los Dioses porque es una falta de respeto y porque podría traerles problemas o mala suerte. Casi todos los vehículos o incluso en las casas tienen una imagen de Ganesha, representado con una cabeza de elefante, que es el Dios de la buena suerte.

El 95% de los casamientos son arreglados y todo es muy protocolar, desde las negociaciones previas hasta la propia boda. La sociedad se divide en cuatro castas: sacerdotes, guerreros, comerciantes y los llamados intocables. Cada uno tiene una casta a la que pertenece por su familia y los casamientos son arreglados con alguien que se encuentre en el mismo escalafón social. En las fiestas generalmente hay cerca de mil quinientos invitados. Una vez contraído el vínculo matrimonial las mujeres generalmente se dedican al hogar y a los hijos. El índice de divorcios es bajísimo porque si bien legalmente es posible realizarlo, la sociedad no lo aprueba.

Por la noche cenamos entre amigos en el restaurante del hotel para prácticamente despedirnos de la India, país que nos gustó mucho. Al día siguiente ya partiríamos hacia un nuevo destino, Dubai.

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