Abandonamos el camping para
comenzar un nuevo viaje de cuatro horas hasta la ciudad de Munich, otra vez en
Alemania. Una de las ciudades más importantes del sur del país en donde
haríamos una pequeña parada antes de seguir con un nuevo país.
El viaje no fue problemático para
nada, pero sí bastante controlado por los radares que abundan en las rutas
austríacas. Intentamos hacerlo casi de corrido para llegar lo más temprano
posible pero un par de paradas siempre son imprescindible sea para echar
combustible, ir al baño o comer algo.
Llegamos al camping cerca de las
tres y media de la tarde y todavía nos quedaba toda la tarde por delante. De
todos modos, para ir hasta el centro de la ciudad había que tomar el ómnibus
hasta una estación y desde ahí continuar en metro. Esa jugada nos salía un poco
más de diez euros y no justificaba por lo que quedaba del día. Además, yo
estaba bastante cansado del manejo. Aprovechamos las instalaciones del camping
para lavar ropa y hablar a casa. Ya por la tardecita preparamos la cena para
irnos a descansar tempranito.
Al día siguiente nos tocó madrugar
para aprovechar la jornada. Nos fuimos sin desayunar para comer algo en la
ciudad pero así y todo demoramos en llegar hasta el centro. Compramos el pase
para transporte público que se vende aquí que cubre a todos los medios posibles
(ómnibus, tren y tranvía) y con él fuimos hasta la parada llamada Karlplatz,
igual que en Viena.
Al salir nos encontramos con un
mar de gente porque estábamos en la mitad de la zona peatonal y más comercial
de la ciudad. Después veríamos también que es uno de los lugares más bonitos.
Justo frente a nosotros estaba la “Puerta de Karl”, una construcción bastante
grande en forma de arco bastante visitada por los turistas. También había una
plaza bastante amplia y pintoresca con una gran fuente y un edificio enorme de
fondo. Compramos un mapa turístico y desde ahí comenzamos el recorrido.
Nuestra siguiente parada fue en el
sitio llamado “Marienplatz” o “Plaza de Marien” en donde se destaca uno de los
edificios más importantes de la ciudad, el nuevo ayuntamiento. Éste es un
mamotreto GIGANTE de estilo gótico muy impresionante. Como muchos de los
edificios principales que hemos visitado en Europa, estaban arreglado parte de
la fachada y no se veía en forma completa. Igualmente es muy lindo e impresionantemente
grande. En esta plaza hay varios restaurantes en donde me llamó mucho la
atención ver a tanta gente tomando cerveza. Lo notorio es que no eran pequeñas
botellas, sino que jarras de más de medio litro (estimo por el tamaño) y eran
poco más de las diez de la mañana. Por más cultura cervecera que haya, turistas
y demás, llama la atención.
Ahí cerca se encuentra la Iglesia
de San Pedro a la cual solo vimos de lejos mientras continuábamos nuestro
camino hacia el río Isar que pasa por la ciudad. En este lugar encontramos un
parque bastante grande muy lindo en donde seguramente varios ciudadanos se
escapan del estrés y el bullicio de la ciudad, caminando por sus tranquilos
senderos, paseando en la bicicleta o simplemente acostados en el pasto. Ahí
encontramos a varios, disfrutando del ruido del agua mientras sigue el curso de
la corriente. Muy lindo sitio.
Caminamos bordeando el río hacia
el norte hasta donde se encuentra un monumento llamado el “Ángel de la Paz”.
Consiste en una figura de una persona alada (creo que hecha de oro) parada
sobre un pilar muy alto y adornada además con una fuente a sus pies. Otro lugar
muy lindo en una ciudad que nos gustó bastante considerando lo poco que
recorrimos. Incluso es bastante más linda que Berlín.
Luego nos adentramos en el terreno
en donde se encuentra “La Residencia” que es se compone de varios edificios y
un parque grande muy lindo, adornado con diversas flores. Este lugar se conoce
como “El jardín de la corte”.
Tras completar esta vuelta casi
circular por la ciudad, volvimos a la peatonal donde habíamos comenzado.
Todavía nos quedaba mucho para ver, pero pocas fuerzas para hacerlo. Tres
sitios que hubiéramos recorrido de tener más tiempo serían, el predio donde se
hace la Oktoberfest todos los años, evento que reúne a millones de personas
para tomar cientos de litros de cerveza, el parque olímpico y el estadio de uno
de los equipos más importantes del país, el Bayern Munich. Todos estos sitios
están bastante lejos del centro y además entre sí, por lo que implicaba hacer
varias combinaciones de metro para poder visitarlos.
Decidimos volver al camping para
hacer una merienda cena, bañarnos y descansar. Al día siguiente volveríamos
otra vez a la carretera para completar nuestro camino hasta suiza.
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