Tras el desayuno
subimos al ómnibus y comenzamos nuestro viaje de dos etapas de tres horas cada
una hasta la ciudad de Agra. Salimos temprano para evitar el calor en la medida
que fuera posible pero parece ineludible; hace calor de mañana, de tarde y de noche.
El viaje no se hizo
tan largo como parecía de antemano y llegamos apenas pasado el mediodía.
Nuevamente tuvimos un montón de controles para entrar al hotel y luego teníamos
la tarde libre para nuestras actividades. Almorzamos en el restaurante del
hotel donde nos prepararon comidas occidentales a precios especiales para que
no sufriéramos tanto.
El hotel es realmente
ENORME, casi que un laberinto. Tiene diferentes edificios con pasillos enormes
que los conectan, dos piscinas, sala de juegos con mesa de pool, tejo, ping
pong, billar, playstation, cancha de fútbol, cancha de tenis, gimnasio, spa y
muchas otras cosas. Así y todo, no tiene wi-fi gratis…shit!
Luego de comer
recorrimos las instalaciones y terminamos en la sala de juegos para otra sesión
de ping pong. Al rato era tanto el calor que decidimos cambiarlo por la piscina
y permanecimos en la misma durante más de dos horas hasta que la cerraron y
además se hizo la hora de ir a cenar.
Hicimos sobremesa
durante bastante rato conversando y riéndonos con nuestros amigos que acá son
como nuestra familia ya que compartimos todo, todos los días. Finalmente cerca
de las diez de la noche volvimos a la habitación para descansar lo que quedaba
de noche ya que una vez más nos levantaríamos a las 4 am al día siguiente para
ir a ver al Taj Mahal desde el amanecer.
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